La falsificación de billetes no para, aunque no lo creamos es verdad que ya se oye menos eso de que se han detectado billetes falsos pero la verdad es que alguno que otro suele caer a diario. Sobre todo, los que son de cincuenta y veinte euros que son con los que se suele pagar a menudo, es verdad que son muchas las personas a las que se lo cuelan directamente no todo el mundo sabe detectarlo solo con la mano, cada día los hacen más reales y resulta difícil poder saber a primera vista si el billete es bueno o no. Las tiendas ya curadas de espanto y siendo las más perjudicadas ante este tema, tuvieron que tomar una decisión, no era normal que la gente los tomara como el pito de un sereno y que cada dos por tres tuvieran en sus tiendas gente que consciente o inconscientemente les pagara con un billete que no servía para nada, porque claro esa era otra, las ganancias eran en borregos ya que ese billete no valía para nada y el banco de España lo anulaba y se perdía el importe íntegro de ese billete.
Fue entonces cuando comenzamos a ver muchas tiendas con unos aparatos que al entregar el billete pasaban por allí, se trataba de un detector que avisaba al tendero que el billete con el que se iba a quedar era bueno o por el contrario debía requisar y llamar a la policía, esa moda fue creciendo y a día de hoy no hay tienda de ropa, de zapatos o de lo que sea que no tenga una máquina de estas con la que sentirse seguro sabiendo que no los iban a engañar. Pero ¿qué ocurre con la gente de a pie? Porque estamos expuestos igualmente, a cualquiera nos lo pueden dar en la calle, en un mercadillo, o incluso de vueltas en una tienda, pues bien yo con la mosca detrás de la oreja me puse a investigar, debía sabe si yo podía llevar en el bolso otro sistema que me alertara si me estaban engañando, y así fue entré en hipermaterial y pude encontrar una gran variedad en detectores de este tipo incluso vi que tenían un boligrafo detector billetes falsos que no dude en pedir de inmediato, lo llevo en el bolso y la verdad que todavía no he visto ninguno, pero como mujer prevenida vale por dos, el bolígrafo va en mi bolso cada vez que salgo a comprar a la calle.