Según cuenta la leyenda, las personas que van a los hoteles deben de llevarse una toalla para que les acompañe la buena suerte… ¿Os imagináis que esto fuera así? Pues lo parece, jamás hablarás con nadie que te diga que ha estado en un hotel y no se ha traído una toalla o dos. Esto es mas común de lo que pensamos, no hace falta ser de clase media para llevárselas, las personas que visitan los hoteles de cinco estrellas también lo hacen, se llevan los albornoz, las toallas y todo lo que se les pone por delante, no es una cuestión de tener dinero, es una cuestión de que como todo el mundo lo hace, ¿Por qué yo no? Seguramente no le den ni un solo uso a las toallas, pero sienten un inmenso placer al contarlo.
Seguramente no somos conscientes de las pérdidas que suponen para el establecimiento las toallas hoteles que nos llevamos, y son muchas, os lo puedo asegurar. Hagamos un cálculo, si un hotel tiene treinta habitaciones y se llevan un promedio de veinte toallas al día, si las contamos por semanas son ciento cuarenta toallas que al mes suponen más de quinientas toallas perdidas, ¿Te das cuenta ahora de las pérdidas que suponen las toallas robadas en los hoteles? Casi una economía.
Por descontado que los hoteles tienen previstos estos desafortunados incidentes y están curados de espanto. Desde luego que esto es más común en hoteles más normales, más económicos, hay casos documentados de robos de bombillas, de porta rollos del baño, hasta las cochas y las sabanas son objeto de deseo de algunas personas amantes de lo ajeno y acaban en las maletas de tan despreciables huéspedes.
Algunas de estas personas pensaran que con lo que pagan por la habitación están pagadas las cosas que se llevan, ¡no es así! No estás pagando por los artículos de una habitación para que te los lleves, te los están cediendo para que los disfrutes el tiempo que dure tu estancia. Si le ponemos un nombre es robar, con todas las letras, llevarse algo de un lugar sin pagar por ello, está muy claro.
Es una verdadera pena que esto se haya convertido en una moda ya que luego las consecuencias las pagamos todos, para sufragar los gastos que conllevan estos hurtos, los hoteles tendrán que subir el precio de las habitaciones.